
Hay que tener presente que el número de veces que podemos acuchillar y lijar el parquet viene condicionado por el grosor de las tablas, sabiendo que en cada pulido perdemos 2 mm.
El incoveniente más grande reside en tener que abandonar el domicilio durante el tiempo que se prolongan los trabajos: aproximadamente 2 días para las obras y otros 2 para que el barnizado se seque.
El lijado iguala la superficie y elimina los restos de suciedad y barnices antiguos. El banizado necesita entre dos o tres manos dependiendo de si es de poliuretano o urea.
Aunque el parquet es muy resistente, cuando se deteriora su solución suele ser más bien cara. Cuando una lama se comba o quiebra hay que reponerla.
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